Definitivamente sí. Aunque la mayoría de las personas piensan que el precio de los vehículos eléctricos es más caro que el de un vehículo de gasolina, lo cierto es que todo dependerá de la marca del mismo.
Por lo general, sus precios son bastantes competitivos con respecto al vehículo tradicional, e incluso muchas de estas marcas han llegado a bajar sus precios para conseguir incentivar la venta.
Además, un pensamiento que se extiende comúnmente es que aunque el coste de la electricidad sea menor que la combustión que utilice el vehículo tradicional, el coste será mayor en tiempo de carga y utilidad. Hay que resaltar que este «defecto» que a priori podría echarnos para atrás a la hora de comprar el vehículo eléctrico, se ha ido corrigiendo con el paso del tiempo, y a día de hoy la mayoría de estos vehículos son de tipo «carga rápida». En el caso de las motos, las baterías en su 99% son extraíbles y dichas baterías son cargadas en menos de 4 horas.
Una gran carencia que ha sufrido este mercado en sus comienzos ha sido también los precios de la compañías aseguradoras, los cuales empezaron a ser muy elevados comparados con el resto de vehículos. Sin embargo, la tranquila conducción que se realiza con los vehículos eléctricos ha conseguido reducir notablemente estos precios, e incluso llegando a colocarse por debajo del resto.
Así mismo, no deberíamos olvidar nunca que nos encontramos ante un vehículo cuyas labores de mantenimiento se reducen a casi cero (no lleva filtros de aceite o carburante, no tiene embrague ni correa de distribución, etc.). El ahorro monetario llega a ser considerable en este punto, pero sobre todo ahorro en costes de tiempo. En nuestro día a día, al final acabamos agradeciendo no tener que realizar este tipo de labores.
¿Es más económico entonces? Sí, puede decirse que sí.